Sobre nosotros
El Jardín de Infancia internacional, checo-inglés
El Jardín de Infancia Pingüino es una guardería privada, acreditada por el Ministerio de Educación checo y registrada en la lista oficial de centros docentes. En 2013 los procesos y métodos educativos fueron aprobados por la Inspección escolar checa.
El Jardín de Infancia “Pingüino” se encuentra en el mismo centro de Opava. Las instalaciones de la guardería son muy bonitas, espaciosas, están llenas de luz; además en un edificio renovado. Somos un pequeño centro para 10 – 15 niños entre 2 y 6 años de edad. Los padres son bienvenidos en la guardería en cualquier momento a lo largo de la jornada y pueden observar a sus hijos mientras juegan o estudian o, incluso, pueden participar en todas las actividades.
El Jardín de Infancia “Pingüino” está abierto de lunes a viernes, desde las 7.30 de la mañana hasta las 5 de la tarde, a lo largo del año.
Nos enfocamos en el desarrollo del niño, su satisfacción y, además, fomentamos los valores como amor y familia. Respetamos por completo los métodos educativos de los padres. En un ambiente acogedor les esperan a los “pequeños pingüinos” los juegos, el entretenimiento, el desarrollo sano y la formación. Asimismo, hablando con los nativos, los niños asimilan fácilmente el inglés. Su hijo estará contento en nuestro jardín de infancia. Somos la primera guardería internacional en la República Checa que colabora con un centro de educación infantil en Nueva Zelanda. De sus planes de estudios escogemos interesantes ideas que faltan en nuestro sistema educativo que, además, son aprehendientes para los niños.
A nosotros, la plantilla del Jardín de Infancia “Pingüino”, nos gustan los niños. Nos aproximamos a cada uno de ellos con amor, con sutileza, siempre con miras en sus capacidades individuales de acuerdo con su estado de desarrollo. El ambiente educativo y el plan de estudios satisfacen todas las necesidades del niño, fomentan su desarrollo sano tanto desde el punto de vista físico como desde el emocional, intelectual y social. Respetamos a los padres y sus métodos educativos, igual que a los niños, los que respetamos como personalidades únicas. Les ensañamos cómo ser una autoridad natural, cómo tener buena autoestima y cómo autoevaluarse. Además, fomentamos la tolerancia y el mutuo respeto con otras culturas o estilos de vida. Durante todas las actividades, y, sobre todo, durante los quehaceres prácticos, intentamos enseñar a los niños cómo proteger la salud. Respaldamos destrezas y habilidades. Les inculcamos a los niños la importancia de la protección de la salud. Alentamos actitudes positivas hacia el medio ambiente a través de las actividades que ayudan a ganar los conocimientos básicos sobre la naturaleza y su mantenimiento. Educamos a los niños tanto desde el punto de vista físico, como desde el psíquico, social y espiritual para que luego, ya adultos, puedan tener una vida idónea, llena de satisfacción basada en las reglas democráticas de convivencia. Los niños son un placer para nosotros. Es necesario escucharlos, amarlos y, al mismo tiempo, mostrarles un camino correcto, de una forma natural y espontánea. El aprendizaje puede desempeñarse mediante el juego y el entretenimiento.
El día de un “pingüino” es lo suficiente divertido e inspirador. Hemos montado un programa con énfasis en el desarrollo complejo del niño, que se lleva a cabo sobre todo a través del juego, la creatividad y la expresión libre del niño. Los niños se asimilan con las destrezas básicas como hacerse valer entre compañeros o entrar en un juego. Asimismo, aprenden cómo entablar o rechazar una conversación, cómo expresar sus deseos o un acuerdo, cómo ayudar a alguien, cómo acatar las órdenes o cómo liderar el grupo, o, cómo adaptarse y cómo imponerse. Por supuesto, sabrán cómo paliar las manifestaciones de la agresividad, cómo conocer a los demás, cómo autoevaluarse y, en definitiva, cómo encontrar su propia identidad.
Los niños frecuentan las clases mixtas, es decir, no los clasificamos según la edad. En casos oportunos los distribuimos en grupos reducidos. En lo que se refiere a esta filosofía nos basamos en el hecho de que en el pasado las familias fuesen más numerosas. Antes los niños de diferente edad pasaban mucho tiempo juntos, creando así mutuas relaciones de apoyo y motivación, y se conformaban con las necesidades del otro. Hoy en día, las familias no pueden ofrecer a los niños suficientes oportunidades para ganar tales experiencias como en el pasado cuando convivían tres o cuatro generaciones y el número de hijos de una familia era más elevado. Con las clases mixtas creamos las condiciones para una socialización más natural. Conforme con la diferencia de edad de los niños, sus contactos son más ricos y el niño se ve obligado a adoptar varias estrategias comunicativas y sociales, sobre todo, a través de la imitación; y, asimismo, de tal manera se llega a fomentar sus capacidades de comunicación.
A la hora de crear el menú del día, nos basamos en las reglas de la alimentación saludable. Queremos ofrecerles una comida fresca, variada, pero, al mismo tiempo, sana, que les gustará a los niños. Todos los días empezamos con la merienda, luego sigue la comida y, por la tarde, uno o dos refrescos, según el tiempo que pasa el niño en la guardería. Claro está que vigilamos el suministro adecuado de las bebidas.